Desde PIM PAM siempre hacemos especial mención al papel del psicólogo infantil, ya que debemos entender que al igual que nosotros como adultos, en ocasiones necesitamos a algún profesional que nos ayude y nos escuche, los niños, a veces, también tienen estas necesidades.
La especialización del profesional que vaya a atender a vuestro hijo/a será de vital importancia, ya que cada etapa tendrá características específicas asociadas, por lo que el psicólogo infantil, adolescente o juvenil que os atienda deberá estar especializado en el problema y edad de vuestro hijo/a para poder atenderles de la mejor manera.
Es aquí donde reside aquello que nos diferencia del resto de centros. Nuestra labor como psicólogos expertos en la infancia radica en encontrar el mejor profesional para tu hijo/a. Os animamos a que nos contactéis y así poder poneros en contacto con vuestro especialista a la mayor brevedad posible. Sabemos que tomar la decisión de acudir a un profesional es complicada, es por esto que en PIM PAM os intentaremos hacer este proceso lo más sencillo y llevadero posible ¡Estás a una llamada de que el problema de tu hijo comience a mejorar!
¿Por qué acudir a PIM PAM?
En PIM PAM se trabaja a partir de métodos de psicoterapia más eficaces para cada franja de edad. Tratamos de proporcionar el mejor servicio especializado y de crear un espacio estable para poder compartir y entender las causas del malestar, o de la dificultad, acompañando en el proceso al pequeño para que pueda encontrar soluciones propias a los problemas que se le presentan en su día a día.
En PIM PAM entendemos que cada niño tiene unas circunstancias propias, por lo que se trabaja tanto en profundizar sobre el área personal, como el entorno que los rodea, facilitando así un entendimiento completo y encuadre del problema desde todas las áreas de la vida de vuestro hijo o hija.
Además, es importante destacar que la intervención especializada en el caso puede contribuir a la prevención de complicaciones secundarias derivadas del motivo inicial de consulta.
