Como padres, muchos sabréis que los niños tienen mucha energía y son difíciles de cansar. No obstante, esta demostrado que conforme los menores van creciendo su nivel de activación se reduce significativa y adaptativamente.
¿Pero que pasa si no se reduce su activación o si a pesar de reducirse el menor verbaliza sentirse inquieto o nervioso por dentro? En estos casos, podemos estar ante un caso de hiperactividad.