Ayuda a tu hijo a afrontar los exámenes
No es un secreto que los exámenes son una fuente habitual de estrés para los niños, ya que se enfrentan a un juicio acerca de sus conocimientos que, muchas veces, sienten que les define como personas. Si bien es cierto que este tipo de evaluaciones son útiles para valorar lo aprendido, es importante mostrarles nuestro apoyo y valorar su esfuerzo.
¿Qué podemos hacer para ayudarles?
- Planificar de antemano. Es muy útil enseñarles desde pequeños a organizarse para evitar el estrés que genera tener poco tiempo para estudiar. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una rutina rígida exclusivamente centrada en el estudio, sino que debe ser flexible y compatible con su tiempo de ocio.
- Pensar en posibles preguntas para responderlas. Aunque el tipo de pregunta puede variar en el examen, es un buen entrenamiento que les puede servir para confiar en sus conocimientos.
- No darles el trabajo hecho. Es importante que saquen sus propias conclusiones durante el trabajo autónomo. Al fin y al cabo, gran parte del aprendizaje que adquieren ocurre cuando hacen los deberes y escuchan en clase.
- Crear un buen ambiente de estudio. Lo ideal es evitar todo tipo de distracciones, así como asegurar que mantienen una postura correcta y están cómodos.
- Fomentar los descansos. Estudiar es una tarea agotadora para el cerebro cuando tiene que esforzarse tanto durante muchas horas seguidas. Por ello, es importante asegurarnos de que descansen de vez en cuando.
- Reforzar sus logros. Si les recordamos las veces en las que han salido victoriosos, su ansiedad disminuirá cuando se enfrenten al examen y creerán más en sí mismos.
Cuando ya se han enfrentado al examen, es fundamental valorar el esfuerzo que han hecho por encima de la nota que obtengan, de tal forma que sepan que sus resultados no definen su valía como personas o su inteligencia. Una vez haya salido la calificación, es esencial evitar las críticas o las comparaciones con cualquier compañero en caso de no haber sido la esperada. En cambio, es mejor preguntarles qué creen que ha ocurrido y conocer su opinión antes de hacer cualquier valoración. También podría ser útil revisar las preguntas del examen y ver dónde han fallado para que, de cara al próximo examen, se sientan mejor preparados.
Esperamos haber sido de ayuda y que tengas alguna herramienta más para ayudar a tus hijos. Cuéntanos que te parece y ¡no olvides dejar tus consejos!