¿No sabes cómo abordar el tema de la muerte? Te lo contamos.
Los niños tienen la capacidad para percibir todo lo que ocurre en su entorno, incluso en aquellas ocasiones en las que se evita hablar de ello. No obstante, que lo perciban no quiere decir que lo entiendan, por lo que es fundamental dialogar con ellos y asegurarnos de que lo han interpretado de forma adecuada.
Cuando un ser querido o una persona cercana al niño fallece, lo habitual es una reacción emocional intensa, como tristeza, miedo o enfado, antes de volver a la normalidad. Sin embargo, cada niño es distinto y es importante validar toda expresión de sus sentimientos.
Algunos consejos para tratar este tema de forma sana son:
- Dar explicaciones sinceras.
- Responder todas sus dudas.
- Acompañarles y apoyarles durante el duelo.
- Respetar su tiempo y espacio mientras lo asimilan.
- Validar sus emociones.
Hablar de la muerte con nuestros hijos es una tarea muy compleja que debe adaptarse a su periodo evolutivo, es decir, a la edad que tienen. El hecho de que sean más pequeños no quiere decir que no tengan conciencia sobre la muerte, ya que es parte de la vida cotidiana. Es por ello que, aunque el primer impulso siempre sea reducir el malestar del niño, es necesario evitar mentirles o utilizar metáforas muy edulcoradas que puedan malinterpretar: “si está en el cielo, podemos coger un avión y visitarle”.
Esperamos que os sirva de ayuda, ¡no olvides dejar tus dudas o consejos en los comentarios!
