¿Qué es el trastornos de estrés-postraumático?

¿Tu hijo ha presenciado o experimentado una situación violenta, de lesión o daño y por mucho tiempo que haya transcurrido la sigue reviviendo? Puede tratarse de TEPT, Trastorno de estrés postraumático.

El TEPT es un trastorno que se desarrolla tras ser víctima (de forma directa o indirecta) de un suceso traumático o aterrador, y puede desarrollarse bien tras un mes o bien transcurrido un periodo prolongado de tiempo.

El Trastorno de Estrés Postraumático se caracteriza por revivir o experimentar “flashbacks” del acontecimiento vivido, evitar aquellos lugares o estímulos que puedan recordar al suceso o cambios generales en el individuo, tanto en sus pensamientos y en su estado de ánimo como en sus reacciones físicas y emocionales.

En PIM PAM, contamos con psicólogos/as especializados que ayudarán a tu hijo/a a afrontar los pensamientos dañinos y los sentimientos difíciles, además de acompañaros durante el proceso.

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Observa

Si tu hijo ha sufrido alguna lesión grave o alguna experiencia traumática. Si es posible que sea consciente de que sus cuidadores han sufrido algún acontecimiento traumático. Si existe presencia de recuerdos angustiosos recurrentes e involuntarios. Si compruebas que el niño tiene sueños o pesadillas recurrentes sobre el suceso traumático.
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¡Habla con ellos!

Debes hablar con tu hijo para conocer mejor cómo está afectando la evitación y el malestar en su vida, puesto que puede conllevar un deterioro en sus relaciones sociales.
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Recuerda

Es posible que el niño evite situaciones que le recuerden o simbolicen el acontecimiento traumático, o incluso que eviten actividades que puedan atraer recuerdos sobre él. Cabe destacar que el mismo suceso traumático puede desencadenar respuestas diferentes en cada persona.
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¡Contáctanos!

Si crees que puede tratarse del Trastorno de estrés postraumático, recuerda que en PIMPAM contamos con psicólogos infantiles dispuestos a ayudaros a ti y a tu hijo a lidiar con el problema.

 

Los síntomas suelen presentarse  un mes después de que se produzca el trauma, pero pueden llegar a aparecer hasta años después de que este evento traumático se haya presentado.